domingo, 8 de julio de 2012

Ella no necesita que la lleves a París, a gritarle desde lo más alto de la torre Eiffel que la quieres. Tampoco necesita que le regales todos los caprichos que ella quiera, al igual que tampoco necesita saber que para él es la chica más preciosa del mundo, por que ella sabe que no es así. Simplemente, se conforma con que no baste decirle que la quiere, si no que lo demuestre.

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