¿Aún sigues creyendo eso que dicen de que la felicidad llama a tu puerta? Venga ya, no entiendo que haces ahí, esperando a que ella venga a buscarte a ti. Así que coge esa puta mochila, y sal a buscarla.
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martes, 28 de agosto de 2012
Para qué seguir fingiendo que no te echo de menos. Que echo de menos las conversaciones hasta altas horas de la madrugada contigo. Que echo de menos tener ganas de levantarme solo los días que sé que voy a verte. Que echo de menos los ratos contigo en nuestro lugar de siempre. Que echo de menos tus vicios y tus manías. Que echo de menos que me piques y que más tarde me hagas reír. Que sí, tío, que te echo mucho de menos, y no puedo remediarlo.
domingo, 26 de agosto de 2012
Está bien, reconozco que hay unos huecos entre mis dedos que piden a gritos los tuyos. También he de reconocer, que hay un lado frío en mi cama que me exige tu suave piel. Reconozco además, que hay un vacío en mi corazón, que suplica un poco de tu amor. Y sí, en conclusión, he de reconocerlo; Te necesito.
Pues sí, hoy también he salido a la calle con mi mejor vestido esperando encontrarte a la vuelta de la esquina. Buscando tu mirada entre los ojos de la gente para que nuestras miradas se juntasen de nuevo como lo hicieron aquel día. Y sí, también me he puesto mi maquillaje más caro, mis mejores tacones, y mi nuevo perfume. Y sí, ahora me doy cuenta. Estoy perdiendo el tiempo.
¿Y de qué nos sirve a estas alturas quejarnos del amor? Que sí, que nos pasamos la vida diciendo que es una mierda, que todo es dolor, que no merece la pena. ¿Y todo eso para qué, si ya llamamos amor a cualquier cosa? Que puede que en algunas ocasiones se sufra, no te lo niego. Que puede que tengas la mala suerte de que ese amor sea incomprendido. Pero una cosa también es cierta, el amor verdadero, no es una mierda.
Todo el mundo dice que no tiene sentido esperar a los buenos momentos, que ellos vienen solos. También dicen, que la vida es todo aquello que pasa mientras hacemos otros planes. Por decir, dicen también, que los sueños están para lograrlos. Y sí, yo, sigo aquí, en el mismo lugar de siempre, esperando a que aparezcas por esa puta puerta y me digas que te equivocaste, que todo fue un error y que te arrepientes de haberme abandonado. Y que justo en ese momento, me digas que me quieres, que esta vez vas en serio, y que quieres estar conmigo para siempre. Y sí, ese es mi sueño, y la vida pasa a la misma vez que yo estoy aquí sentada esperando que mi sueño me busque a mi. Pero esta vez no, esta vez voy a ser yo, la que luche por mis sueños.
Y justo en ese momento, cuando después de tantos daños crees pasar completamente del amor, aparece alguien. Alguien que te cambia la vida, que te hace ver que no es igual que todos esos tíos con los que has estado. Alguien que dice que te quiere, y que dice ser la excepción de ese famoso 'todos los tíos son iguales'. Y entonces, cuando crees que las cosas han tomado un nuevo rumbo y puedes ser feliz de una vez, te joden la vida de nuevo.
martes, 21 de agosto de 2012
Voy a decirte algo que tú ya sabes, el mundo no es todo alegría y color. El mundo es un lugar terrible y por muy duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si tu no se lo impides. Ni tú, ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana. Si tú sabes lo que vales ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes. Y no podrás estar diciendo que no estas donde querías llegar por culpa de él, de ella ni de nadie, eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres. Tú eres capaz de todo.
Las personas cambian para que puedas aprender a dejarlas marchar. Las cosas salen mal, para que puedas apreciarlas cuando salen bien. Te crees mentiras, para que tarde o temprano te des cuenta de que no puedes confiar en todos. Y, algunas veces, las cosas buenas terminan, para que algo mejor, pueda comenzar.
domingo, 19 de agosto de 2012
Un brindis por todas esas mentiras que creí, cuando mi cabeza me decía que no lo hiciera. Otro por todas esas veces que me oculté las cosas que sentía por no hacer daño a los demás. También por todas las veces que me hicieron daño a mi. Por todas esas noches encerrada en mi cuarto llorando. Por todos los momentos buenos que ahora tan solo son recuerdos. Por todas las veces que mentí. Por todos los besos que dí. Por todo aquello que sentí. Por esos amores del pasado que ahora no son más que eso. Por todas las personas que pasaron por tu vida, por las que están, y por las que no lo están actualmente. Por esas canciones que solía escuchar, por que me recordaban a alguien especial. Por esas personas que han sabido hacerme reír, cuando mi corazón moría de dolor. Por todas esas personas que aunque sea en un momento de sus vidas, han hecho algo por mi. Por la gente que ha estado ahí cuando más lo he necesitado. Por los aciertos y errores que cometí.
Y sí, brindo por todo eso, por que a fin de cuentas, es lo que me ha hecho ser quien soy.
¡¿Por qué estás en todos lados?! Te veo en mi casa, en la calle, en mi cama, en los ojos de la gente, en los bares, en los rincones más oscuros de la ciudad, en cada canción, en cada pareja que veo por la calle, en cada pensamiento, en cada sueño, en cada emoción, en cada recuerdo. Sí, la verdad es que me cuesta bastante admitirlo, pero a fin de cuentas, nunca llegaste a salir de mi corazón.
Ahora sal, toma el aire, recuerda quién eres y quién quieres ser, fíjate en todo lo que has cambiado por una persona que no se merecía que lo hicieras, date cuenta de lo destrozados que han quedado tus esquemas con el paso de esa persona por tu vida. Y ahora dime, ¿Sigues arrepintiéndote de que se fuera?
sábado, 18 de agosto de 2012
jueves, 16 de agosto de 2012
Que sí, que todo el mundo habla de pasar de todo, que el pasotismo es lo que se lleva ahora, que Carpe Diem, a vivir el momento y que le den a los problemas... pero que todo eso son películas, ¿no te das cuenta? Recapacita, que no pasas tanto como dices, que de nada te sirve hacer como si nada, los problemas van a seguir estando ahí, que tarde o temprano te van a dar la cara y cuando menos te lo esperas, cuando más indefensa estás. No estás pasando página, estás abandonando el libro, y cuando lo vuelvas a coger, va a seguir estando por el mismo sitio que lo dejaste. No te hagas la fuerte para evitar mostrar tus sentimientos, eso es cosa de cobardes. El valiente es el que lucha, no el que finge. El que si tiene que llorar, llora, no disimula con una sonrisa que tarde o temprano pasa factura. El valiente vive el momento, superando los problemas no esquivándolos, ¿de qué te sirve ser cobarde o disfrazarte de valiente? De nada, la vida te va a seguir jodiendo igual. Espabila.
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